El cambio climático puede afectar la cadena alimentaria de varias maneras. Así, diversos factores, como cambios en el momento y la cantidad de las precipitaciones, eventos climáticos extremos y aumento de las temperaturas impactan en la producción y la distribución de los alimentos.
Las variaciones en los patrones de precipitaciones y temperaturas pueden reducir los rendimientos agropecuarios, como lo vimos anteriormente en otras crónicas, y forzar la adopción de nuevos tipos de producción. Esta situación podría llevar a la modificación de los hábitos alimenticios y a un aumento potencial en los precios. También, puede influir en la cantidad de la cosecha y convertirse en un severo problema de disponibilidad y asequibilidad de los alimentos.
El cambio climático también repercutirá de manera profunda en la cadena de frío y la calidad de los alimentos en los mercados. Uno de los aspectos más críticos es el aumento de las temperaturas, que podría incrementar considerablemente la demanda de energía para la refrigeración. Esta situación representa un desafío mayor, especialmente en regiones donde el acceso a la energía es limitado o inestable. Se esperan costos más altos y un mayor consumo de energía, aspectos que podrían afectar la viabilidad de los sistemas de refrigeración actuales.
Esto puede llevar a un rápido deterioro de la calidad de los alimentos y, con ello, al aumento de los riesgos para la salud pública. Una cadena de frío comprometida puede favorecer la propagación de enfermedades transmitidas por alimentos, especialmente en regiones donde los sistemas de salud ya están bajo presión.
Imaginemos una gran empresa de distribución de alimentos como Wong, en el Perú, y los impactos de los cambios venideros sobre su gestión. Los accionistas y gestores tienen que proteger al público y la reputación de la marca contra todo accidente que pueda intoxicar a los consumidores. Esto implica vigilar la producción, extracción, transporte y conservación a buena temperatura de los productos del campo hasta su adquisición por el público.
Para seguir con este ejemplo, la situación podría llevar a cambios en el modelo del negocio al integrar la producción y distribución bajo una sola autoridad empresarial para asegurar el conjunto. También se podría decidir aumentar los niveles de seguridad y de control en toda la cadena.
Sin una intervención pública fuerte, estos cambios climáticos exacerbarán las desigualdades socioeconómicas existentes. Las comunidades más pobres y aisladas, que a menudo tienen un acceso limitado a una cadena de frío confiable, podrían ser las más vulnerables a los impactos negativos. En última instancia, estos cambios afectarán los medios de subsistencia de millones de personas en todo el mundo.
Prescripciones:
a. Invertir en control de producción y de calidad.
b. Invertir en tecnologías de refrigeración más avanzadas.
c. Invertir en equipos como camiones y depósitos adaptados a cambios más extremos.
Referencias:
Reporte de la FAO sobre los riesgos de la cadena de frío y el abastecimiento de los alimentos en el mundo: https://www.fao.org/newsroom/detail/amid-food-and-climate-crises-investing-in-sustainable-food-cold-chains-crucial/en
Reporte de la FAO sobre los riesgos de la cadena de frío para los productos pesqueros: https://iifiir.org/en/news/towards-a-sustainable-seafood-cold-chain
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