En algún momento de la vida, la persona se pregunta si partir a otro país sería ideal. Algunos encontrarán la idea interesante pero lo descartarán después de una reflexión que incluye su calidad de vida en el país de origen, sus lazos familiares y amicales, el cumplimiento de sus objetivos profesionales, el acceso a sus actividades favoritas y otras razones más.
En cambio, algunas personas pasan buena parte de su tiempo reflexionando si instalarse definitivamente en otro país es lo ideal y llegan a la conclusión que dejar su país de origen es definitivamente lo suyo.
Las expectativas son diversas puede ser por una búsqueda de nuevas oportunidades laborales, sean por necesidad económica, por lograr objetivos personales, profesionales, familiares, de educación, salud, de distracción y calidad de vida. Lo cierto es que definitivamente ir a vivir a otro país es una decisión que se debe tomar con cuidado y calma.
Sea cual sea la expectativa generada, el esfuerzo para relocalizarse debe analizarse pragmáticamente. Especialmente si lleva consigo a miembros de su familia; al considerar esta salida del país de origen se debe tener en consideración las barreras o dificultades que se encontraran, evaluarlas profundamente, tanto como las posibilidades de este gran cambio.
Darse la oportunidad de relocalizarse en otro país, no necesariamente será una experiencia fácil y esplendorosa, pero la preparación ante este cambio podrá hacer que la experiencia sea tan benéfica como la expectativa que se tiene y así minimizar la posibilidad de encontrarse con limitaciones y frustraciones.
La preparación debe ser con mucha antelación, si se viaja sola o solo, si viaja en pareja o con miembros de su familia, quizás decidió viajar con su mascota. Todo debe ser analizado porque un pequeño traspié puede costarle en tiempo y golpear duramente el presupuesto.
Sea cual sea el motivo que lo empuja a migrar (relocalizarse por un tiempo determinado) o inmigrar (relocalizarse por un tiempo indeterminado), considere todos los aspectos positivos. Sea muy incisivo los desafíos de su proyecto de viaje, si algún imprevisto se desvela ante usted, estos son los que golpearían su salud física, mental y financiera.
A veces, se focaliza tanto en los aspectos positivos que, los aspectos negativos ni se toman en cuenta o son considerados como triviales, tenga conocimiento que ocurren y muy seguido.
No confíe en la ayuda del familiar o amigo para instalarse en la ciudad que lo acogerá; a veces las personas no pueden cumplir sus promesas, tienen prioridades y aunque tengan las mejores intenciones, usted debe ser lo más autónomo posible en el menor tiempo desde que llegó a su nueva ciudad.
Si ya tiene una oferta de trabajo confirmada y realizó la gestión de los documentos necesarios, no debe olvidar que personalmente es responsable de su vida. No puede delegar a su empleador o al gobierno del país que lo recibe en gestiones que usted mismo debe realizar, a excepción de los especificados en su contrato de trabajo.
Considere informarse muy bien sobre los temas fiscales relacionados al trabajo que se realizará, se debe verificar si el país de origen tiene un acuerdo fiscal con el país que le recibirá. De hecho, se debe evitar toda situación que le pueda costar excesivamente si no entendió desde el inicio sus responsabilidades tributarias en su país de origen y en el país que le recibirá.
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