La mayoría de nosotros opina que la globalización se inició en el siglo XX, lo cierto es que se inicio hace casi 500 años y, China se encuentra en el centro de la historia.
Todo inició con una fuerte demanda de plata y los únicos que podían proveer de dicho metal a China fueron los españoles. Para China, la plata era como el oro para los occidentales y esto se produce en 1581 cuando el emperador chino dio orden que los impuestos fueran pagados en plata, a causa de esta disposición imperial, se inicia una fuerte demanda del metal.
Con las visitas de Marco Polo a China en el siglo XIII llegaron al Occidente noticias de esta impresionante, sofisticada y avanzada cultura; la cual estaba bajo el mando de los emperadores de la dinastía Yuan. Impresionados por las grandes experiencias vividas por Marco Polo, que además se casó con una de las hijas del emperador Kublai Khan, nieto de Gengis Khan; los europeos empezaron a interesarse en esta fascinante región del mundo.
En el siglo XV, Zhang Juzheng, una importante figura política en China durante el apogeo de la dinastía Ming, implementó un nuevo sistema de tributación, con lo cual se retiraba el pago de impuestos por retribución de productos y mano de obra mayormente de naturaleza agrícola por un solo sistema de pago utilizando la plata, lo cual cambió el curso de la historia de China y con ello también del mundo.
Con una población, en aquellos años, de un poco más de 100 millones de personas y todos ellos teniendo que pagar impuestos, una importante cantidad de plata debía estar disponible; por lo tanto, se genera una importante demanda del metal. A causa de ello, China debía mirar afuera de sus fronteras para obtener el preciado mineral.
Esto pone a China en una situación de vulnerabilidad y fuerza a importar plata para satisfacer la gran demanda. Primero, se acercaron a Japón en la búsqueda del metal pero la demanda china era mayor a la que podía ser ofrecida por Japón.
Sin embargo, el imperio español se encontraba en pleno crecimiento y al centro de todos sus interesantes descubrimientos se encontraba el remoto y pequeño asentamiento, llamado Potosí, en el Alto Perú, hoy ubicada en la actual Bolivia. Considerado como la joya más preciosa de la corona española en los siglos XVI y XVII.
En el siglo XV, en los alrededores del actual Potosí, solo vivían un pequeño grupo pastores que cuidaban sus llamas. Las historias locales cuentan que un joven llamado Diego Huallpa quien se encontraba pastoreando sus llamas, pierde a una de ellas y decide quedarse en el cerro a pernoctar, al encender una fogata para calentarse del intenso frio a más de 4,000 metros de altura, observa que empiezan a correr pequeños hilos de plata provocado por el calor del fuego, desde entonces el lugar es conocido como Cerro Rico.
Una montaña de plata, la más pura que se haya encontrado hasta ese entonces: convirtiendo al imperio español en el más afortunado sobre la faz de la tierra. Este importante descubrimiento atrajo inmediatamente personas de diversos lugares lo que provoco un importante impacto a nivel global y local.
A mediados del siglo XV, la zona no tenía habitantes pero después de unos 50 años del descubrimiento, ya se habían asentado más de 170,000 habitantes. Una explosión demográfica avasalladora como nunca antes se haya visto en la historia de la humanidad por el descubrimiento de tal riqueza mineral.
El costo en vidas humanas ha pasado a la historia como una de las más altas, pues Cerro Rico también es conocida como la “Montaña Come Hombres”. En un inicio la mano de obra se satisfacía con población local pero al cabo de unos años empezó a remplazarse por mano de obra de origen africano.
Una vez el mineral extraído, se debía buscar un mercado para ponerlo a disposición y es así que encuentran un lugar oportuno, una región donde los representantes de la corona española se habían recientemente establecido, el cual llamaron Filipinas en honor de Felipe II.
Una vez establecidos en Filipinas, los españoles establecieron Manila como su capital donde ya se hacían pequeños intercambios comerciales entre locales y mercaderes provenientes de China; quienes llegaban de los puertos de Canton o Guanzhou y ofrecían sus productos como porcelana de Jingdezhen o seda de Nanjing.
Así, una vez que los mercaderes chinos regresaban a China volvían con el metal precioso gracias al intercambio comercial realizado en Manila. La llegada de la plata en China en vastas cantidades hace que la economía china tome una velocidad y versatilidad que no se había visto hasta ese entonces contribuyendo a la economía del imperio.
Ya desde aquel entonces China era la fábrica del mundo, se generaban productos destinados a Europa o América. El virrey de la Nueva España, actual México, en una de sus cartas al rey de España pone en evidencia que los chinos no quieren otra cosa que la plata pues no se les puede vender nada, ya producen todo ellos mismos.
En 1573 se crea en Potosí una ceca o una casa de la moneda, la cual inicia producción de la moneda “real de a ocho”. Esta moneda dinamiza el intercambio comercial y se convierte en el siglo XV, XVI y XVII en la moneda de preferencia a nivel global, como hoy en día es considerado el dólar americano.
La circulación del “real de a ocho”, disponible y fácilmente intercambiable en Europa, América y en Asia facilita el intercambio de bienes y el movimiento de personas impulsando la economía global, el dominio del imperio español y, generando una dinámica internacional que impulsa el crecimiento de grandes ciudades.
El llamado “tornaviaje” conocido por las rutas marítimas entre los puertos del Callao en el Perú, así como también Acapulco en México hasta culminar el recorrido de 12,000 millas hasta Manila, es la ruta más representativa de la globalización y su periodo más temprano, el cual se inició hace casi 500 años.
NR: continuaremos con la segunda parte, aquí en Calidad&Negocios.
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