Al igual que los Principios del Ecuador, las Normas de Desempeño de la Corporación Financiera Internacional (CFI), una entidad del grupo del Banco Mundial, son un conjunto de normas ambientales y sociales que brindan un marco para gestionar los riesgos e impactos ambientales y sociales en la financiación de proyectos. Las Normas de Desempeño van acompañadas de indicadores de desempeño, que se utilizan para evaluar su cumplimiento.
Los indicadores de rendimiento proporcionan un medio para medir y presentar informes sobre el desempeño ambiental y social de los proyectos. Se organizan en torno a ocho Normas de Desempeño, de las cuales, abordaremos la primera en esta entrega. Son las siguientes:
1. Evaluación y gestión de riesgos e impactos ambientales y sociales.
2. Trabajo y condiciones de trabajo.
3. Eficiencia de los recursos y prevención de la contaminación.
4. Salud y seguridad de la comunidad.
5. Adquisición de tierras y reasentamiento involuntario.
6. Conservación de la biodiversidad y gestión sostenible de los recursos naturales vivos.
7. Pueblos indígenas.
8. Patrimonio cultural.
Norma de Desempeño 1: Evaluación y gestión de riesgos e impactos ambientales y sociales
El indicador 1 busca asistir a las empresas en la identificación, prevención, mitigación y gestión de los riesgos e impactos ambientales y sociales asociados a los proyectos. Esta norma es especialmente relevante en mercados emergentes, en que los desafíos ambientales y sociales pueden ser más complejos y las regulaciones pueden estar menos desarrolladas.
Se destaca la importancia de contar con un sistema de gestión ambiental y social (SGAS) robusto, el cual debe abordar los impactos directos e indirectos de los proyectos, pero también integrar estrategias de resiliencia climática y medidas de apoyo comunitario, para asegurar un enfoque integral.
Los proyectos se clasifican según su potencial de riesgo ambiental y social. Esta clasificación guía la extensión de las evaluaciones de impacto ambiental y social requeridas, un paso crucial para la planificación adecuada de las medidas de mitigación.
Desemboca en planes de gestión que deben ser precisos y basados en los resultados de las evaluaciones de impacto. Estos deben detallar medidas específicas para cada riesgo identificado y, así, proporcionar un marco claro para la implementación y el seguimiento.
También se subraya la importancia de las consultas continuas con las partes interesadas, a través de métodos de comunicación transparentes e inclusivos, especialmente con grupos vulnerables y marginados. Asimismo, es importante disponer de mecanismos de reclamación accesibles y eficaces para manejar las quejas y preocupaciones de las partes interesadas.
En conclusión, con esta norma, los inversionistas se benefician de un marco integral para abordar los riesgos y los impactos ambientales y sociales en proyectos de desarrollo, tengan o no que someterse a estas normas. Es una guía para todos.
Prescripciones:
a) Integrar las exigencias de las normas, particularmente de la primera, desde las primeras fases de desarrollo del proyecto, para mejorar su desempeño social y ambiental.
b) Invertir en la formación regular de los equipos de gestión de proyectos y de las partes interesadas para asegurar una comprensión y aplicación correctas de las normas.
c) Mantener un diálogo abierto y continuo con todas las partes interesadas para anticipar y gestionar los impactos sociales y ambientales a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Referencia:
Guía para profundizar en la comprensión y aplicación de las normas: https://www.ifc.org/content/dam/ifc/doc/mgrt/ifcperformancestandardsspanish.pdf
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