La agricultura y la ganadería son vulnerables a los impactos del cambio climático, el cual puede afectar el rendimiento de los cultivos, la salud del suelo y la productividad ganadera. El cambio climático también puede incrementar las plagas y enfermedades, disminuir la disponibilidad de agua y debilitar la seguridad alimentaria en general.
Uno de los impactos más significativos del cambio climático en la agricultura y la ganadería son los cambios en los patrones de temperatura y precipitación, que pueden afectar el crecimiento de los cultivos, la salud del ganado y la producción general. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, las sequías y las olas de calor, también pueden dañar los cultivos y el ganado, lo que provoca pérdidas económicas para los agricultores e inseguridad alimentaria para las comunidades. Veamos algunos ejemplos de estos impactos:
- Los cambios de patrones de lluvia provocan tanto sequías como inundaciones, lo cual reduce la disponibilidad de agua necesaria para los procesos del suelo, los erosiona y lava los nutrientes esenciales según el evento.
- Las temperaturas más altas alteran los ciclos de crecimiento de las plantas y la actividad microbiana en el suelo. Esto puede cambiar la descomposición de la materia orgánica y afectar la disponibilidad de nutrientes.
- El aumento de CO2 en la atmósfera altera la forma en que la flora utiliza el agua y los nutrientes, lo que a su vez puede cambiar las propiedades químicas y biológicas del suelo.
- El aumento del nivel del mar provoca la salinización de los suelos agrícolas costeros, lo que reduce su fertilidad y limita la capacidad de cultivo en estas superficies.
- Los cambios en la temperatura y la humedad afectan la diversidad y la función de los organismos del suelo, lo que podría alterar los procesos ecológicos esenciales para mantener la fertilidad del suelo.
La degradación del suelo también afecta las áreas de pastoreo de ganado. Esto genera una reducción de la productividad y la disponibilidad de alimentos para el ganado. Concretamente, se manifiesta a través de lo siguiente:
- El aumento en las concentraciones de CO2 estimula el crecimiento de algunos pastos, pero, a menudo, esto se da a expensas de la calidad nutricional y, por ende, afecta la salud y productividad del ganado.
- El aumento de la temperatura altera los ciclos de crecimiento de los pastos. Algunas especies pueden volverse menos productivas o morir, por lo que son reemplazadas por especies menos deseables o invasoras, que son menos nutritivas para el ganado.
- La erosión del suelo debilitado por la sequía y las lluvias intensas puede reducir la calidad y sostenibilidad de las tierras de pastoreo. Esto puede conducir a una menor capacidad de las tierras para sostener el ganado.
- El cambio climático puede cambiar la distribución de diversas plagas y enfermedades, lo que puede afectar la salud del pasto y, por extensión, del ganado.
- Los cambios en las estaciones pueden alterar los patrones de crecimiento de los pastos, lo que puede llevar a períodos de escasez de forraje.
Mas allá del efecto sobre los suelos de las sequias o las inundaciones, la disponibilidad de agua es un factor crítico en la producción agrícola y ganadera. En ese sentido, el cambio climático también puede exacerbar la escasez de agua, lo que provoca una reducción del riego y del suministro de agua para el ganado.
En general, debido a lo presentado arriba, la seguridad alimentaria es una preocupación mayor relacionada con el cambio climático, ya que las condiciones climáticas cambiantes pueden provocar malas cosechas y pérdidas de ganado. Estos hechos afectan la disponibilidad y asequibilidad de los alimentos para las comunidades. Como vimos en la última crónica, estos impactos y carencias alimentan los riesgos sociales y políticos.
Para crear resiliencia y adaptarse a los impactos del cambio climático en la agricultura y la ganadería, es esencial invertir en prácticas agrícolas y ganadera climáticamente inteligentes.
Prescripciones:
El sector privado y el sector público tienen que invertir en:
- Prácticas agrícolas, tales como la adopción de cultivos más resistentes, la implantación de agroforestería y la lucha integrada contra las nuevas plagas.
- Prácticas de manejo del agua más eficiente, en particular, reducir los desperdicios.
- Genética animal que relaciones razas más resistentes y estudie el ADN con una perspectiva a futuro.
Referencias:
Un articulo sobre los impactos de los cambios climáticos sobre la ganadería y la agricultura: www.eldiario.es/andalucia/en-abierto/cambio-climatico-efectos-agricultura-ganaderia_132_8487614.html
Soluciones para adaptar la ganadería a los cambios climáticos: https://innogestiona.es/2022/09/15/soluciones-para-adaptar-la-ganaderia-extensiva-al-cambio-climatico/
Referencia de la FAO sobre el impacto de los cambios climáticos en la agricultura en el Perú: www.fao.org/technical-cooperation-programme/success-stories/detail/es/c/292377/
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