Los criterios de selección de proyectos son los estándares que las organizaciones utilizan para evaluar la posibilidad de insertar proyectos en su portafolio. Este portafolio tiene una capacidad limitada, debido a que se dispone de escasos recursos financieros o humanos; entre otros contar con personas capaces de implementar eficazmente los proyectos.
Para hablar de criterios, tomaremos dos expresiones del vocabulario de los ensayos clínicos en salud humana: criterios de exclusión y criterios de valorización. Así, un proyecto que no cuenta con documentación mínima (hoja resumen de proyecto, aviso de alineamiento conforme con la estrategia del inversionista, presupuesto inicial indicativo, estudios de factibilidad y viabilidad (financieros, de mercado, técnicos) ni aprobación por los comités de evaluación estaría de facto descartado y no recibiría ninguna atención. Sería excluido. Criterio de exclusión.
Valor actual neto (VAN) como criterio de valorización
A pesar de la exclusión de varios proyectos que carecen de la madurez documental necesaria para su consideración, quedan siempre más proyectos que recursos disponibles. Hay que hacer una selección suplementaria, comparando los proyectos maduros entre sí. El valor actual neto (VAN) —una herramienta presentada en una crónica pasada— reúne los valores monetarios de todos los efectos positivos y negativos de un proyecto. Ofrece un valor global, en una sola cifra, a un momento cero. Es el instrumento ideal para comparar proyectos entre sí.
La regla es sencilla: si el VAN es superior a cero, la inversión vale la pena. Mientras más positivo sea este valor, más interés habrá en invertir en el proyecto.
El VAN incluye los efectos sociales, económicos y ambientales negativos de los proyectos. Si este valor es calculado con rigor, hará una estimación correcta de los proyectos, porque la información reflejará el costo real del proyecto con todas las externalidades incluidas. Sin embargo, la observación nos dice que, a menudo, se miden con más precisión los efectos de caja y con menos cuidado los efectos sobre la sociedad (incidencias sociales, económicas y ambientales).
Para compensar esta fragilidad, puede que convenga transformar la valorización de los efectos negativos de naturaleza social, económica y ambiental en un criterio de exclusión.
Otros criterios de exclusión
Si el promotor de la inversión tiene dudas sobre la capacidad que tiene su organización para evaluar correctamente los efectos negativos de los proyectos sobre la sociedad, puede exigir, como criterio de selección, que los proyectos tengan un máximo de nivel de emisión de gas carbónico, un estudio de impactos sociales y ambientales y/o un certificado de aceptación social. En ese caso, aquellos proyectos que no contasen con estos requisitos, cualquiera sea el valor de su VAN, no serían estudiados. Se regresa al criterio de exclusión.
Otro criterio de exclusión toma en cuenta si un proyecto es muy sensible a algunos cambios del contexto político, social, ambiental, económico y tecnológico, por lo que podría ser rechazado antes de la valorización final. Es decir que, al momento de evaluar los riesgos del proyecto, una amplia variación en sus valores claves (costo, efecto, beneficio), según los escenarios, podría ser motivo de exclusión por ser demasiado incierto, sin importar su VAN.
Para los amantes de las matemáticas: cuando las deviaciones estándares son muy grandes y la dispersión de los datos de la previsión es amplia, el proyecto es rechazado evocando la prudencia.
Prescripciones
- Elegir los criterios de exclusión y pensar en el peso de los impactos sociales y ambientales en la evaluación de sus proyectos.
- Perfeccionar su cálculo del VAN, para valorizar adecuadamente los efectos negativos de los proyectos sobre el medioambiente.
- Alertarse cada vez que una propuesta de proyecto no sigue el proceso de selección adoptado.
Referencias
Un blog mexicano de vocación comercial presentando seis criterios de selección de proyectos de inversión: https://blog.izabc.com.mx/considera-un-proyecto-de-inversion
En el blog del Banco Interamericano de Desarrollo, una referencia a los estudios de impactos socioambientales como criterio de elegibilidad o exclusión: https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/preia-capacitacion/#:~:text=Las%20Evaluaciones%20de%20Impacto%20Ambiental,procesos%20de%20toma%20de%20decisiones. Norma ISO para valorizar en términos monetarios los efectos socioambientales de un proyecto: https://www.iso.org/obp/ui#iso:std:iso:14008:ed-1:v1:es
Como siempre las buenas ideas generan preguntas, reflexiones y de ahí otras ideas. Gracias @Michel Filion por ser un generador de ideas!
Este artículo me hace pensar en los criterios que pueden tener posibles aliados en proyectos que venimos trabajando y que tienen una intencionalidad prospectiva, ética, menos tangible, con más dificultad para medir sus resultados y proyectar los beneficios, pero que sin embargo, creemos son claves para procesos de fondo que se vienen desarrollando en el Planeta.
Proyectos de inversión requieren tener investigación a la base para poder tener mayor claridad en la toma de decisiones sobre sus alcances, beneficios, riesgos, etc. Y ¿Cuánto se invierte en investigación? ¿en aprendizaje de la experiencia? ¿en conocimiento de la realidad volátil, incierta, compleja y ambigua? Y ¿Cuáles serían los criterios para “invertir” en proyectos de investigación?
Que interesante! Merece un texto en si. Retomo tus preguntas: que debe hacer una organizacion para asegurar un comportamiento etico, para aprender de sus experiencias? como determinar el esfuerzo adecuado para tomar las buenas orientaciones, tanto al nivel tecnologico que social? Gracias de este aporte Arnaldo!