El aprendizaje automático se divide en varios tipos según la forma en que las máquinas aprenden y utilizan los datos. Los principales son:
Aprendizaje Supervisado: en este tipo de aprendizaje, los algoritmos se entrenan en un conjunto de datos que incluye ejemplos etiquetados. El objetivo es aprender a mapear las entradas a las salidas correctas. Por ejemplo, clasificar correos electrónicos como spam o no spam.
Aprendizaje No Supervisado: los algoritmos se entrenan en un conjunto de datos sin etiquetas y deben encontrar patrones o estructuras ocultas por sí mismos. Esto se usa comúnmente en la segmentación de datos, como la agrupación de clientes en diferentes categorías basadas en su comportamiento.
Aprendizaje por Refuerzo: este tipo de aprendizaje implica que las máquinas tomen decisiones secuenciales en un entorno para maximizar una recompensa a largo plazo. Los algoritmos aprenden a través de la prueba y el error, como en el entrenamiento de agentes de inteligencia artificial para juegos.
Aprendizaje Semisupervisado: combina elementos de aprendizaje supervisado y no supervisado. Utiliza un conjunto de datos etiquetado y un conjunto de datos no etiquetado para mejorar el rendimiento de los modelos.
Aprendizaje Profundo (Deep Learning): esta es una rama del aprendizaje automático que utiliza redes neuronales profundas para extraer características y patrones de datos. Se utiliza en tareas como reconocimiento de voz, visión por computadora y procesamiento del lenguaje natural.
Aprendizaje por Transferencia: consiste en tomar un modelo previamente entrenado en una tarea y ajustarlo para una tarea relacionada. Esto ahorra tiempo y recursos en comparación con el entrenamiento desde cero.
Aprendizaje Ensemble: combina múltiples modelos de aprendizaje automático para mejorar el rendimiento. Los métodos de ensemble, como el bagging y el boosting, se utilizan comúnmente para reducir el sesgo y la varianza de los modelos.
Aprendizaje Activo: en lugar de pasar de manera pasiva, los algoritmos de aprendizaje activo interactúan con un “maestro” o un conjunto de datos etiquetado para elegir las instancias en las que deben ser entrenados. Esto puede ser útil en situaciones en las que etiquetar datos es costoso o laborioso.
Aprendizaje de Máquinas Explicables (XAI): a medida que los modelos de aprendizaje automático se vuelven más complejos, XAI se enfoca en desarrollar algoritmos y técnicas que puedan explicar las decisiones tomadas por los modelos de manera comprensible para los humanos.
Aprendizaje No Supervisado por Refuerzo: esta es una combinación de aprendizaje no supervisado y por refuerzo, donde los algoritmos aprenden a tomar decisiones secuenciales en un entorno sin supervisión inicial.
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