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Más de 416,000 peruanos trabajan en artesanía. ¿Cómo está el sector?

Crédito: Shutterstock

A propósito del Día Internacional del Artesano, el próximo 19 de marzo, es oportuno revisar cuáles son la situación y las perspectivas de la artesanía en nuestro país. Si bien esta actividad no representa un gran porcentaje en la producción nacional, su valor trasciende las cifras, pues detrás de cada pieza artesanal hay historias de familias enteras que han pasado el legado de su arte de generación en generación, y cuya subsistencia depende, en gran medida, de aquella habilidad y creatividad transmitida a lo largo del tiempo.

Dicha importancia cultural llevó al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) a establecer el Registro Nacional del Artesano (RNA) en 2022. Esta plataforma, vía el Sistema de Información para la Promoción y Desarrollo del Artesano (SIDPAR), facilita la inscripción y actualización de datos de artesanos, empresas, asociaciones e instituciones privadas relacionados con la actividad artesanal. A través de ella, los registrados pueden acceder a una serie de beneficios, tales como participar en convocatorias para actividades comerciales a nivel nacional e internacional, programas de formación, financiamiento y concursos, así como recibir capacitaciones técnicas, certificaciones de competencias y servicios de innovación tecnológica.

De acuerdo con el RNA, se encuentran registrados 62,583 administrados en su sistema, entre artesanos, empresas y sociedades. Así, resulta importante anotar que 61,763 de ellos son personas artesanas. A nivel departamental, se observa que Puno presenta un mayor número de administrados (11,750), seguido por Cusco (10,629), Piura (4,396), Cajamarca (4,264) y Lima (4,002).

Entre aquellos 62,583 administrados, el 62.6% no cuenta con un Registro Único del Contribuyente (RUC), de acuerdo con la SIDPAR. Esto resulta preocupante debido a que la ausencia de RUC dificulta su participación en eventos, la obtención de financiamiento y la formalización de sus negocios, lo que limita severamente las oportunidades de crecimiento y desarrollo para artesanos y empresas. Asimismo, afecta los ingresos que obtienen, pues, de acuerdo con cifras de la RNA, el promedio de ventas de los administrados que poseen un RUC es de S/ 16,800, cifra significativamente superior al promedio de ventas de aquellos que no cuentan con un RUC, que es de S/ 9,900.

Con respecto al mercado laboral del sector artesanías, de acuerdo con la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN), 416,190 personas trabajan en él, ya sea en la industria de la fabricación de prendas de vestir, tejidos y artículos confeccionados, como en la industria manufacturera artesanal. De ese total, el 77.2% laboran en una situación de informalidad.

En el ranking laboral departamental, Lima encabeza la lista, con un registro de 230,063 personas, aunque con una tasa de informalidad del 72.6%. Le siguen Cajamarca (22,451; 96.1%), Puno (20,450; 95.3%), Junín (17,536; 84.9%) y Arequipa (17,442; 62.2%).

Sin embargo, es importante mencionar que dicha informalidad se ha reducido en comparación con 2022. En dicho año, el 79.9% de los trabajadores del sector artesanías estuvo en situación de informalidad.

En lo que respecta a los presupuestos asignados para el incremento de la competitividad de dicho sector, en 2023, de los S/ 23,166 millones, se ejecutó el 87.6%. Lima recibió el mayor presupuesto (S/ 10 millones) y ejecutó el 96% en proyectos para que los artesanos cuenten con mecanismos que desarrollen una oferta competitiva. Asimismo, Cusco obtuvo un presupuesto de S/ 3 millones y logró ejecutar el 97.7%. Sin embargo, Puno, pese a su gran presencia de artesanos en el RNA, solo ejecutó el 64.3% del presupuesto asignado (S/ 5 millones).

En líneas generales, la mayoría de los departamentos ejecutaron más del 80% de sus presupuestos asignados para tal fin. Entre los programas y actividades llevados a cabo se encuentran los siguientes: i) la mejora de la articulación para la mejora de la articulación comercial del sector; ii) la creación del servicio para la productividad y la competitividad de los productores artesanos de la ciudad de Rioja, en San Martín; y iii) el mejoramiento de las técnicas de producción y comercialización de la línea artesanal de cerámica en el distrito de Yarinacocha, en Ucayali.

Los recursos para promover el desarrollo de actividades productivas deben dirigirse a programas de mejora de la competitividad y fomento de la formalización. La artesanía peruana es un sector que, así como muchos otros, requiere incentivos para que los emprendedores opten por el camino de la formalidad. Este es un trabajo multisectorial, por el cual las personas y las empresas se verán motivadas hacia la formalización, cuando esta le represente mayores ingresos y menores costos. (Fuente: Comex)

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