Calidad & Negocios
La transnacional sueca Tetra Pak, líder en procesamiento y envasado de alimentos y bebidas, se une a Alimenta Perú, iniciativa solidaria que ayudará a más de 1.000 ollas comunes del país y beneficiará a más de 15.000 familias, gracias a la unión de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la Conferencia Episcopal Peruana, Cáritas del Perú, la Universidad San Ignacio de Loyola y Senati.
Esta importante alianza, que nace como parte de los objetivos de seguridad alimentaria y promoción de la recolección y reciclaje de Tetra Pak, permitió a la compañía entregar 400 planchas de polialuminio, maderas sintéticas, que fueron creadas a partir del reciclaje, y la transformación de más de 2 millones de envases post consumo de Tetra Pak. Estas serán utilizadas para el techado de ollas usuales que forman parte del distrito de San Juan de Lurigancho, apoyadas por Cáritas Chosica.
Gisella Rojo, presidenta de la comisión Alimenta Perú y directora de la Sociedad Nacional de Industrias, indicó que el apoyo de la industria es necesario para beneficiar a más de 100 ollas comunes, que atienden a 7.000 personas en situación de vulnerabilidad. “En Alimenta Perú queremos que las ollas comunes se capaciten y tengan mejor infraestructura, y el aporte de Tetra Pak es valioso para alcanzar ese objetivo”, anotó.
A su turno, Guillermo Yáñez, director comercial de Tetra Pak Perú y Ecuador, afirmó que, a través de esta iniciativa, Tetra Pak busca contribuir con la reducción del hambre en el país; además, al hacerlo a través de materiales reciclados como el polialuminio, aporta también al desarrollo de la economía sostenible, mediante la circularidad de sus envases.
Finalmente, el secretario general de Cáritas del Perú, Manuel Huapaya, agradeció a Tetra Pak por esta importante contribución, así como al programa Alimenta Perú por apoyar a las ollas comunes, “mostrándoles de manera tangible la caricia y ternura de Dios para nuestros hermanos más frágiles”.
Alimenta Perú es una iniciativa de unión y solidaridad cuya meta es ayudar a las ollas comunes de San Juan de Lurigancho, y por esta vía reducir cada vez más la inseguridad alimentaria, desnutrición y anemia en el país.
