Los edificios también pueden ahorrar energía y cuidar tu bolsillo

Con motivo del Día Mundial del Ahorro de Energía, que se conmemora cada 21 de octubre, resulta oportuno reflexionar sobre el papel de los edificios como grandes consumidores de electricidad y su potencial para transformarse en espacios más eficientes. Según la ONU, las edificaciones residenciales y comerciales concentran más de la mitad del consumo eléctrico global, lo que evidencia la magnitud del reto: reducir ese uso masivo e impulsar modelos sostenibles.

En este contexto, los edificios se consolidan como infraestructuras clave para la acción climática. Diseñados para durar décadas, su eficiencia depende tanto de las decisiones constructivas como de la gestión y mantenimiento diario. No se trata solo de reducir el consumo, sino también de minimizar las emisiones y el impacto ambiental.

La sostenibilidad en edificaciones implica integrar prácticas que van desde el uso de materiales de bajo impacto hasta la adopción de tecnologías limpias y sistemas de gestión a largo plazo. “El mantenimiento es una herramienta esencial para asegurar que un edificio conserve su eficiencia y no pierda rendimiento con el paso de los años”, destaca Yanet Pardo, gerente de Mantenimiento del Grupo EULEN Perú.

La especialista comparte cinco recomendaciones prácticas para optimizar el uso de energía en edificaciones:

1. Diagnosticar el consumo energético. Realizar auditorías para identificar ineficiencias y priorizar mejoras.

2. Mejorar el aislamiento y la ventilación. Una envolvente térmica adecuada y sistemas de ventilación eficientes reducen la necesidad de climatización artificial.

3. Optimizar iluminación y equipos. Reemplazar luminarias por tecnología LED, incorporar sensores y elegir equipos eficientes disminuye el consumo sin afectar la comodidad.

4. Incorporar sistemas inteligentes. Plataformas digitales o sistemas BMS (Building Management System) permiten el monitoreo en tiempo real y la programación de acciones correctivas.

5. Aplicar mantenimiento preventivo. Revisar y calibrar equipos, además de reemplazar componentes a tiempo, evita sobrecargas y prolonga la vida útil de los activos.

Estas acciones aplican tanto a nuevas construcciones como a edificaciones existentes. “Implementarlas permite ahorrar energía, reducir costos y contribuir al cuidado del medio ambiente. En el Día Mundial del Ahorro de Energía, se renueva el compromiso de empresas, instituciones y ciudadanos con un futuro donde los edificios funcionen de manera eficiente y sostenible”, concluye Pardo.