Automatizar tareas ya no es suficiente. La inteligencia artificial (IA) está transformando la gestión de instalaciones al convertir los espacios en entornos inteligentes, capaces de aprender, anticiparse y responder en tiempo real a las necesidades del negocio. ¿El resultado? Procesos más eficientes, costos operativos reducidos y operaciones sostenibles.
De acuerdo con un estudio de MarketsandMarkets, se estima que el mercado global de inteligencia artificial aplicada al facility management alcanzará los 1,980 millones de dólares en 2028, con una tasa de crecimiento anual compuesta de 28.6 %. Esta proyección confirma que la IA marca un antes y un después en la gestión de instalaciones, volviéndola más precisa, eficiente y orientada a la sostenibilidad.
“La inteligencia artificial no es un lujo, es una aliada estratégica para garantizar operaciones más inteligentes, responsables y conectadas con el futuro del FM. Su integración efectiva puede marcar la diferencia entre gestionar espacios y realmente hacerlos parte activa del negocio”, señaló Yanet Pardo, Gerente de Facility Management del Grupo EULEN Perú.
Este enfoque cobra mayor relevancia en un contexto donde las empresas necesitan actuar con rapidez, controlar costos y asegurar la continuidad operativa. Aplicada al FM, la IA permite detectar patrones de uso, prever fallas antes de que ocurran y optimizar el consumo energético, favoreciendo entornos más seguros y sostenibles.
Más allá de los beneficios económicos y ambientales, la integración de esta tecnología incrementa el valor del servicio tercerizado. Compañías que ofrecen mantenimiento, limpieza técnica, seguridad o gestión de edificios pueden entregar reportes más precisos, actuar de forma proactiva y respaldar sus acciones con datos en tiempo real, generando mayor confianza en sus clientes.
Sectores como retail, salud, industria y logística ya destacan como pioneros en la adopción de IA para gestionar espacios operativos. Su objetivo: optimizar el uso de energía, reducir emisiones y anticipar necesidades, en línea con las metas globales de descarbonización y eficiencia.
La implementación no implica empezar desde cero, sino avanzar de manera progresiva: digitalizando procesos, instalando sensores y capacitando al personal en el uso de nuevas plataformas. La clave está en integrar los sistemas actuales con soluciones de IA, evitando reemplazos abruptos.
La inteligencia artificial no llega para sustituir al talento humano, sino para potenciarlo. > “El verdadero desafío es cultural: asumir que la tecnología no es una moda, sino un socio estratégico que impulsa la evolución del facility management. Adaptarse no es opcional, es una necesidad”, puntualizó Pardo.
					
						
					
      
      
      
      
    
    
    
  




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