El puerto de Chancay contratará un determinado número de trabajadores en ese terminal, pero las industrias que se instalen en su zona de influencia generarán miles de empleos; ¿se conoce que tipo de profesionales y técnicos se requerirán?
–En relación con el movimiento de exportaciones e importaciones, se calcula alrededor de 1,000 personas que trabajarán en el puerto de Chancay, porque será un terminal con mucha tecnología. Sin embargo, el complejo industrial Chancay Park generará 20,000 empleos, aunque todavía no tenemos un cálculo definitivo de los puestos de trabajo que se crearán en el mediano y largo plazo.
En ese lugar habrá un impacto en el desarrollo de la ciudad, porque se construirá infraestructura vial y edificios. Justamente, en el Centro de Empleo Chancay (recientemente inaugurado) acompañaremos al sector productivo.
Es decir, iremos mirando que tipos de empleos se requerirán y en función de eso iremos capacitando a los jóvenes para que se puedan insertar a esa demanda laboral que generará el puerto, de manera que la población también se beneficie con esta gran inversión.
–En general ¿cómo mejora la empleabilidad en el Perú?
–El último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) nos señaló que el empleo creció y esperamos que las cifras sigan mejorando. Básicamente, hay una coincidencia entre el aumento del producto bruto interno (PBI) y el incremento del empleo adecuado.
–¿Hay avances en la formalización laboral?
–En el 2023, la formalidad creció aproximadamente en tres puntos, y este año quisiéramos superar el 30%, así que trabajamos arduamente para eso.
Si superamos el 30% de formalidad será muy importante, porque construir un país formal ayuda mucho. Siempre digo que la informalidad es una especie de cáncer, porque esconde trabajo infantil, trabajo forzoso, condiciones laborales inadecuadas que no se pueden visibilizar porque no hay un registro y por supuesto hay abuso en la informalidad.
–¿Cómo afecta la informalidad a los jóvenes?
–Se debe tomar en cuenta que la informalidad es consecuencia de un problema estructural que tiene larga data en el Perú, porque durante décadas no se trabajaron mucho los temas de los jóvenes y el capital humano. Cerca del 75% de jóvenes que no transitan la educación superior buscan trabajo, pero es difícil que lo consigan porque no son empleables porque no tienen competencias para la demanda laboral.
Eso es un gran problema porque la mayor parte termina en el mercado laboral informal y con mucho riesgo de caer en pobreza o pobreza extrema, además, un joven en la informalidad o sin empleo podría fácilmente caer en la droga, el alcohol, el pandillaje y la delincuencia.
También tenemos que trabajar mucho en el tema de seguridad para dar un ambiente tranquilo, generar más inversión e impulsar la producción del país.
–Desde hace varios años se habla del desfase entre demanda laboral y oferta educativa, es decir, las empresas requieren profesionales y técnicos que muchas veces los institutos o universidades no forman. ¿Eso mejoró?
–Lamentablemente, las brechas aumentaron. Mire, el empleo formal en el 2016 estaba cerca al 30% y la informalidad se redujo a 70%; sin embargo, al cierre del 2022 el mercado laboral informal creció por encima del 75%. Felizmente, en el 2023 pudimos crecer casi 3 puntos en formalidad laboral.
–Usted mencionó en varias ocasiones que hay carreras técnicas con mayor demanda y hasta mejores sueldos que las profesiones universitarias…
–En la estrategia de mejorar nuestro capital humano, es importante que los jóvenes también hagan un cambio radical a la forma de elegir su carrera. Hoy los datos que tenemos respecto a la adecuación ocupacional es que más del 67% de jóvenes están inadecuadamente ocupados, es decir, trabajan en algo que no estudiaron, y esta brecha también ha crecido comparándolo con el 2016.
Entonces, si seguimos así, nuestro capital humano será de baja productividad porque los jóvenes que estudian una carrera y no consiguen trabajo en lo que se formaron se incorporarán a ocupaciones o labores para los cuales no estudiaron.
Eso significará que continuemos ocupando los últimos puestos en el ranking de productividad laboral cuando nos medimos con países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) o de América Latina. Una forma de resolver eso es intentando que los jóvenes tengan mejor adecuación ocupacional.
–¿Cuál es la estrategia para mejorar esa situación?
–Usamos una herramienta muy potente y que servirá de mucho: la plataforma Mi Carrera, en la que las personas podrán explorar todas las posibilidades que tiene para formarse, educarse, capacitarse y encontrar un trabajo.
Esa plataforma brinda información de las carreras que pagan más y tienen mayor demanda, algo que muchos jóvenes no conocen. Por ejemplo, los jóvenes que estudiaron carreras técnicas vinculadas con ingeniería, minería o petróleo pueden ganar hasta 11,300 soles al mes, mientras que un médico puede obtener hasta 9,000 soles mensuales. Creo que los jóvenes deben saber eso con la finalidad de tener una opción y tomar una mejor decisión. (Fuente: Diario El Peruano)
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