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Más allá del software: por qué importa la ciberseguridad física

La ciberseguridad física se posiciona como un componente clave en la protección de centros de datos y la información corporativa.

Por Pablo Huapaya, Territory Account Manager de Panduit Perú

En el campo de la ciberseguridad, la atención suele centrarse en las capas superiores de defensa, donde las soluciones de software cumplen un papel esencial: proteger los sistemas y aplicaciones de ataques remotos, malware, troyanos y otras amenazas digitales. Sin embargo, en el ámbito corporativo, el enfoque exclusivo en estas barreras virtuales deja expuesto un flanco crítico: la ciberseguridad física. Aunque se menciona con menor frecuencia, esta resulta vital para complementar las soluciones de software y conformar un sistema de defensa completo y efectivo.

En la práctica, la seguridad física de la infraestructura suele ser el “eslabón más débil” de la cadena. Sin un control adecuado del acceso a los elementos físicos de la red, cualquier esfuerzo por proteger la capa digital corre el riesgo de verse comprometido. Por ejemplo, el acceso físico a puntos de red en áreas comunes de oficinas o instalaciones de servidores puede abrir la puerta a que un atacante conecte un dispositivo externo y acceda a la red. Para prevenir estas situaciones, Panduit ofrece medidas de seguridad física que van desde bloqueos en patch cords y puertos de red hasta sistemas de acceso controlado en gabinetes de servidores, impidiendo desconexiones o intervenciones no autorizadas.

Asimismo, Panduit ha desarrollado canaletas de cableado seguras que protegen la infraestructura crítica frente a accesos indebidos o manipulaciones. A diferencia de las canaletas convencionales, que pueden abrirse manualmente, estas no permiten un acceso sencillo a los cables, lo que reduce la posibilidad de alteraciones en los sistemas de transmisión de datos. En instalaciones con menor supervisión, esta medida cobra especial relevancia, ya que incluso un acceso breve a los cables podría convertirse en una vulnerabilidad.

La protección física robusta no se limita al cableado. En los gabinetes que almacenan equipos de comunicación, los sistemas de cierre de Panduit emplean tarjetas de proximidad y teclados con códigos personalizados, lo que garantiza que solo el personal autorizado acceda a estos componentes críticos. A ello se suman sensores que verifican el estado de las puertas y registran cualquier intento de apertura no autorizado.

Es importante subrayar que la ciberseguridad física y la digital no son conceptos separados, sino partes complementarias de una misma estrategia. Mientras las soluciones de software detectan y bloquean intrusiones virtuales, la seguridad física limita los accesos directos que podrían explotar vulnerabilidades en las instalaciones. Por ello, ambas deben integrarse en un plan integral que abarque desde las amenazas de red más sofisticadas hasta los riesgos físicos más inmediatos.

En este contexto, la ciberseguridad física, a menudo relegada a un segundo plano, debe adquirir un lugar prioritario en la planificación de la infraestructura de redes empresariales. Con soluciones innovadoras como las de Panduit, las organizaciones pueden garantizar que su capa física no se convierta en un punto de entrada vulnerable, logrando así una protección integral de sus sistemas de información y reforzando la seguridad en todos los niveles de la red.


Escrito por Calidad & Negocios

Revista

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