Con la corriente de Humboldt, que viene del Antártico y recorre las costas chilena y peruana, el Perú se beneficia de unos de los ecosistemas marinos más productivos del mundo. Así, el sector pesquero del país contribuye al PIB a través del valor de las capturas y los productos pesqueros como la harina de pescado e, indirectamente, a través del empleo, las exportaciones y las industrias conexas (construcción naval y equipo de pesca). Sin embargo, este sector está en riesgo.
Las empresas pesqueras en todo el mundo son vulnerables a los impactos del cambio climático, que pueden impactar en su productividad y sostenibilidad. El cambio climático puede afectar a estas empresas de varias maneras: cambios en la temperatura del agua, acidificación de los océanos, disponibilidad de nutrientes, alteración de patrones de migración de especies, e intensificación de eventos climáticos extremos, como tormentas y huracanes.
El aumento de la temperatura del agua puede afectar la distribución y abundancia de las especies de peces, lo que a su vez puede afectar la pesca y la seguridad alimentaria. Los patrones de vientos pueden alterar la llegada del agua de las profundidades a la superficie, ocasionar el fenómeno de surgencia y reducir los nutrimientos. La acidificación de los océanos puede impactar en el crecimiento y la supervivencia de ciertas especies, lo que puede repercutir en la productividad de las empresas pesqueras. Todo eso puede afectar la capacidad de las especies para crecer y reproducirse.
Los patrones de migración de las especies de peces también pueden verse afectados por el cambio climático y ello puede dificultar la localización y captura en ciertas áreas. También, los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes, pueden destruir la infraestructura pesquera, los barcos y el equipo: puede afectar la seguridad y la viabilidad económica de la pesca.
Además, los pescadores y las comunidades pesqueras pueden ser vulnerables a los impactos del cambio climático debido a su dependencia de la pesca como fuente de ingresos y alimentos. Los cambios en la pesca pueden afectar directamente la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las comunidades pesqueras.
Para abordar la vulnerabilidad de la pesca al cambio climático, es necesario adoptar medidas para promover la resiliencia y la adaptación de la pesca.
Prescripciones:
1. Invertir en investigación y monitoreo para comprender los impactos del cambio climático en la pesca de su región, ya sea por parte de los dueños de empresas del sector o de agencias públicas.
2. Invertir en la adopción de prácticas pesqueras sostenibles, entre otros en instrumentos de vigilancia, para controlar los comportamientos irresponsables.
3. Diversificar la producción y la economía de las comunidades pesqueras a través el desarrollo de la acuicultura sostenible y la intensificación de la transformación.
Referencias:
– Fuente estadounidense sobre los impactos de los cambios climáticos sobre la pesca: www.fisheries.noaa.gov/topic/climate-change
– Informe de WWF (ONG transnacional) sobre el impacto de los cambios climáticos sobre la pesca en el mediterráneo: www.wwf.es/?57420/Informe-sobre-los-principales-efectos-del-cambio-climatico-en-el-Mediterraneo
– Proyecto Iniciativa Humboldt del PNUD, del Perú y de Chile: www.undp.org/es/chile/news/chile-y-per%C3%BA-conservar%C3%A1n-el-gran-ecosistema-marino-de-la-corriente-de-humboldt
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